Un robot chino, parte de la misión Chang'e-6, ha descubierto que la cara oculta de la Luna tiene menos agua que el lado visible. Este hallazgo se basa en el análisis de muestras de suelo lunar recogidas y traídas a la Tierra, que revelan niveles de agua significativamente más bajos en el manto de la cara oculta de nuestro satélite.

El descubrimiento es crucial para profundizar en la comprensión de la formación de la Luna y tiene importantes implicaciones para futuras misiones lunares. Los científicos chinos han logrado, por primera vez, traer material de la cara oculta a la Tierra, permitiendo un análisis más detallado de su composición.

Este avance tecnológico abre nuevas oportunidades para investigar la presencia de agua en regiones que anteriormente eran inaccesibles, y para planear colonias lunares donde los astronautas puedan pasar largos períodos de tiempo.

Este descubrimiento también refuerza la idea de una Luna seca y desafía las concepciones anteriores sobre su formación y evolución.